¡Celebramos un doble hito en la música típica panameña!
Miguel Leguizamo, el icónico tumbero de Los Plumas Negras, acaba de cumplir un año más de vida y, al mismo tiempo, conmemora sus impresionantes 53 años de trayectoria ininterrumpida con esta emblemática agrupación.
¡Sí, más de medio siglo haciendo vibrar a Panamá con su ritmo inconfundible!
De una deuda a la inmortalidad musical
La historia de Miguel, conocido en el folclore como "La Reliquia", es tan especial como su sonido en la tumba. Su debut se remonta al 30 de mayo de 1972, en el Jardín Lux de Santa María, una fecha que conserva con total claridad.
En aquel entonces, Los Plumas Negras —bajo el liderazgo del desaparecido Victorio Vergara— necesitaban un tumbero. Un amigo le comentó a Miguel que, si se unía, podría saldar una deuda de 80 balboas que tenía.
"Si entraba al grupo, pagaba esa deuda. Aquí estoy todavía", relata entre risas, dejando claro que a veces las grandes oportunidades llegan disfrazadas de simples casualidades.
El apodo "La Reliquia" fue idea del propio Victorio Vergara, quien se lo puso de forma espontánea durante una presentación. Hoy, ese apodo resume su legado, su valor y su lugar inquebrantable en la historia musical de Panamá.
Alegrías, tristezas y un país en el corazón
En más de cinco décadas de carrera, Miguel ha vivido de todo. Con nostalgia y orgullo, recuerda a entrañables compañeros como "El Tigre", "Pacha" González, "Trompito" Muñoz y Gilda Cárdenas, quienes fueron parte esencial de su camino.
Sin embargo, lo que más atesora es la alegría de haber recorrido cada rincón del país con la siempre poderosa “Maquinaria Plumas Negras”.
Hoy, junto a Nenito Vargas y Toyito Vergara, sigue escribiendo capítulos gloriosos en esta historia de música, tradición y pasión.
Una verdadera leyenda viviente de nuestra cultura.